miércoles, 12 de agosto de 2015

MANFRED ALBRECHT FREIHERR VON RICHTOFEN “El Barón Rojo”

MANFRED ALBRECHT FREIHERR VON RICHTOFEN “El Barón Rojo”
el más famoso piloto de la aviación área, quién no tendrá émulos”

Manfred Albrecht Freiherr von Richtofen fue seguramente el más grande piloto de la aviación militar de todos los tiempos. Era el jefe del escuadrón aéreo del II Reich durante la Gran Guerra, décadas después denominada "Primera Guerra Mundial" cuando hubo una segunda. El "Barón Rojo", como se lo conocía, nacido en la actual Polonia, cayó en combate el 21 de abril de 1918, cuando tenía 25 años. Faltaba poco más de medio año para la rendición alemana el siguiente 11 de noviembre
Se lo llamaba el Barón Rojo por su origen aristocrático y porque su avión, un Fokker triplano, estaba pintado de rojo. Durante los años de la Gran Guerra la aviación alemana derribó 151 aparatos enemigos habiendo sido el Barón Rojo responsable de 88 de ellos. Fue un típico caballero andante del aire. El número de abatidos pudo ser mayor de no haber tenido el principio de no rematar a los heridos ya que cuando un avión enemigo era alcanzado y dejaba de ofrecer resistencia lo dejaba escapar.
Eso le ganó hasta el afecto de sus enemigos. Cuando cayó en Francia, en la zona norte, cerca del Río Somme, no derribado por otro avión sino alcanzado en el pecho por una bala perdida lanzada desde tierra, fue enterrado con todos los honores por sus victimarios. En su tumba, aún existente en tierra francesa, las tropas aliadas escribieron "Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz".
Volaba en compañía de su "pequeña" mascota. Moritz, un gran danés arlequín, que sólo perdió una oreja cuando el avión se precipitó a tierra, ya sin control, luego de que la bala disparada por el soldado australiano William John " Snowy " Evans desde tierra. Evans se murió en 1925 sin saber que había sido el responsable del abatimiento del Barón Rojo. Es que la investigación se hizo después. Hasta entonces se creía que había sido autoría de Roy Brown, un capitán canadiense quién hasta escribió un libro sobre el particular.
El Barón Rojo no tuvo suerte con su sucesión. Fue reemplazado transitoriamente al frente de su escuadrilla, la Jasta 11, por Wilhelm Reinhardt, responsable de 20 aviones derribados al enemigo, quién murió en julio, por lo que el siguiente comandante fue el luego siniestro ministro hitlerista Herman Göring. Poco tenía que ver la caballerosidad del Barón Rojo con el salvaje régimen inaugurado en 1933 que tuvo a Göring como gran personaje. Los nazis, para exaltar a Göring ocultaron la transición de Reinhardt, y precisaron a su jerarca como el segundo del Barón Rojo.
Eran los tiempos de las guerras cuerpo a cuerpo y, en el aire, avión contra avión, donde la habilidad para las piruetas, para ponerse a la cola del enemigo, era vital. No existían las computadoras que guiaban misiles. No se podía haber lanzado un disparo a la distancia orientado por una señal telefónica cuando, curiosamente, también un 21 de abril, pero de 1996, desde un avión a varios kilómetros se asesinó al presidente chechenio Yogar Dudayev.
Por eso nunca más habrá un Barón Rojo, como nunca más habrá un coronel como aquél Lord Cardigan, el de la Carga de la Brigada Ligera, quiénes con sus heroísmos, más allá de las buenas o malas causas de la guerras, siempre inhumanas, ponían una gota de humanidad a esas terribles confrontaciones.


Por Fernando Del Corro (*)

 (*) Periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires

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