domingo, 30 de agosto de 2015

GRETA GARBO


GRETA GARBO



Greta Garbo
Greta Garbo a los 14 años



Definitivamente, el mito por encima de la actriz y sus películas. Ya nadie se plantea si Greta Garbo hizo buenos trabajos en el cine, o si los directores que la tuvieron bajo sus órdenes fueron los más adecuados.
Ella pervive en un limbo privilegiado, situada en una escala de valores en la que se mide el glamour, la leyenda y la belleza, y no la calidad de una carrera fílmica. Garbo es Garbo, y con este axioma es inútil preguntarse si era o no una actriz excelente, o si sus films eran o no destacables objetivamente. La historia de Greta Lovisa Gustafsson empieza en un clima muy poco glamouroso, en el humilde barrio de Sobermalm, Estocolmo, el 18 de septiembre de 1905.
Una chica de extraña belleza y voz ronca, de familia pobre, que empieza a trabajar en unos grandes almacenes cuando es poco más que una adolescente. Pronto, los ejecutivos de los almacenes la utilizarán como modelo en sus cortos publicitarios. Uno de estos anuncios atrae la atención del director Eric Petschler, que la incorpora al film Pedro el Tramposo (Luffar Peter, 1921), y le aconseja entrar en el Teatro Dramático Real de su ciudad.


Greta Garbo - La expiación de Gösta Berling (1924)
Greta Garbo en La expiación de Gösta Berling (1924)


El personaje decisivo para que Garbo enfoque el camino correcto hacia el estrellato es Mauritz Stiller, reputado y polémico director sueco que le cambia el apellido, la lleva a que le arreglen la dentadura y la somete a una dieta que la deja lista para su primer film importante, dirigido por el propio Stiller y de tres horas de duración, La expiación de Gösta Berling (Gösta Berling Saga, 1924). Esta película sería la culminación de la época dorada del cine mudo sueco.
En tiempo récord, Garbo ya es alguien en Europa. Por su parte, Mauritz Stiller recibe una oferta de la Metro Goldwyn Mayer para trabajar en Hollywood; él acepta con la condición de que contraten también a Greta. Así, en 1926, la sueca debuta en el Hollywood dorado de los veinte con El torrente(The Torrent), dirigida por Monta Bell. La consolidación de la Garbo fué rápida, a lo que sin duda ayudaba el hecho de que no hacía falta que pronunciase una sola frase en inglés...
En 1927 Edmund Goulding la dirige en Anna Karenina (Love), un clásico del cine mudo que años despúes tendría una versión sonora con idéntica protagonista.
En 1928 el gran Victor Sjöstrom, un sueco como ella, la sitúa ya en la categoría de estrella con La mujer divina (The divine woman). Poco tiempo antes, la Metro ya se había cansado de Mauritz Stiller, y echó al director sin miramientos. Dos años después Stiller muere en Suecia, lo que significará un momento realmente bajo para una afectada Greta.


Greta Garbo y Charles Bickford - Anna Christie (1930)
Greta Garbo y Charles Bickford en Anna Christie (1930)


Greta Garbo y Clark Gable - Susan Lenox (1931)
Greta Garbo y Clark Gable en Susan Lenox (1931)


En 1930 los carteles publicitarios decian: "¡Garbo habla!". Efectivamente, se estrenaba el primer film sonoro de la actriz, Anna Christie (dirigido por Clarence Brown), adaptación de la obra de Eugene O'Neil que ya había tenido una versión muda, y con Garbo en el papel de una mujer de tormentoso pasado que se enamora de un rudo marino. El acontecimiento despertó una expectación inusitada, y la Garbo superó la prueba con nota.
Su transición al sonoro fue ejemplar, lo contrario de muchas otras actrices que se derrumbaron al no acoplarse bien al nuevo sistema; fue este el caso de la supuesta pareja de Garbo durante muchos años, John Gilbert, actor reconocido del cine mudo que se hundió con la llegada del sonoro, cuando se hace evidente su fea voz de pito. Gilbert fué la única pareja más o menos reconocida de la actriz, aunque a nadie se le escapa hoy en día su condición de bisexual.
Greta tuvo relaciones con diversas mujeres, entre ellas la poetisa y aventurera Mercedes Acosta. Siempre inteligente y calculadora, fue lo suficientemente discreta como para no dejar que su condición sexual hundiese su carrera. El sexo en la vida de la Garbo siempre ha sido algo vetado debido a la obsesiva reclusión de la actriz, fuera del sensacionalismo aún cuando millones de personas querían saber hasta el más mínimo detalle de su vida privada. Estuvo con diversas mujeres, y la menstruación, con una periodicidad semanal, fue un problema mayor para ella, tanto en el sexo como en la influencia sobre su ya fuerte carácter.
Odiaba las lujosas premiere de estreno, se negaba a firmar autógrafos y vetaba las entrevistas sin que la Metro pudiera decir nada para contradecirla.


Greta Garbo y Lionel Barrymore - Grand Hotel (1931)
Greta Garbo y Lionel Barrymore en Grand Hotel (1931)


Greta Garbo y Ramon Novarro - Mata Hari (1931)
Greta Garbo y Ramon Novarro en Mata Hari (1931)


En los años treinta rueda sus mejores films y alcanza la categoría de mito que ya nunca le abandonaría. De 1932 es Grand Hotel, dirigida por Edmund Goulding, un título importante pues por primera vez se utilizaba la formula de reunir a varias estrellas en la misma película a través de un argumento coral que permitiera el lucimiento de todas ellas. Fue un éxito e incluso la película ganó el oscar principal.
Ese mismo año hace otro de sus papeles más famosos en Mata Hari, de George Fitzmaurice, acompañada por Ramon Novarro y Lionel Barrymore, y donde da vida a la mítica espía holandesa durante la Primera Guerra Mundial y ejecutada en 1919. Especialmente famosa es la secuencia del baile exótico. A partir de entonces el personaje casi legendario de Mata Hari quedaría ligado al rostro de la Garbo.


Greta Garbo - La Reina Cristina de Suecia (1933)
Greta Garbo en La Reina Cristina de Suecia (1933)


Al año siguiente protagoniza La Reina Cristina de Suecia (Queen Christina, 1933), a las ordenes de Rouben Mamoulian, que para muchos es el título cumbre de su filmografía, en el papel de la reina que en el siglo XVII renunció al trono de Suecia por amor. Mamoulian supo imprimir a la historia el tono que requería, y las escenas amorosas tienen una gran fuerza emotiva.
Garbo se tomaba su trabajo con gran profesionalidad. Trabajaba siempre con el mismo director de fotografía, William Daniels, porque exigía siempre una iluminación concreta para su rostro.
En ocasiones, para rodar escenas que requerían más concentración de lo habitual, echaba del plató hasta al mismo director, dejando que tan sólo se quedaran con ella el operador de cámara y el iluminador. Era severa consigo misma, muy crítica, y si no le gustaba como funcionaban las cosas en el plató se dedicaba a amenazar al equipo y a los estudios con frases como: "¡Creo que me vuelvo a Suecia!". Cuando terminaban las jornadas de rodaje, se despedía secamente y abandonaba el plató sin más, para adentrarse en su misteriosa vida privada, a la que prácticamente nadie tenía acceso.
Odiaba las lujosas premiere de estreno, se negaba a firmar autógrafos y vetaba las entrevistas sin que la Metro pudiera decir nada para contradecirla. Si le preocupaban sus películas, y de vez en cuando se adentraba de incógnito, cubierta con unas gafas de sol, en algún cine y observaba la reacción del público ante su película.


Greta Garbo - Ana Karenina (1935)
Ana Karenina (versión sonora, 1935)


Más éxitos llegaron con Anna Karenina (1935) adaptación sonora de la inmortal tragedia amorosa imaginada por Tolstoi, dirigida por el habitual Clarence Brown y que Garbo ya había hecho en la época muda. Fue un nuevo triunfo de la diva sueca, acompañada de un excelente reparto: Basil Rathbone encarna a su marido, Fredric March a su amante, y Freddie Bartholomew a su hijo.


Greta Garbo
Greta Garbo en 1938


En 1936 llega Margarita Gautier (Camille), de George Cukor, adaptación de la obra La dama de las camelias de Alejandro Dumas hijo. Es otro de los mejores papeles de Garbo, como la cortesana tuberculosa redimida por el amor del joven Armand.
El habitual Clarence Brown volvería a dirigirla en Maria Walewska(Conquest), de 1937, y de nuevo otro éxito. Es la historia de los amores palaciegos entre Napoleón, interpretado por Charles Boyer, y la amante polaca que luego le abandonaría.


Greta Garbo y Melvyn Douglas - Ninotchka (1939)
Greta Garbo y Melvyn Douglas en Ninotchka (1939)


Ninotchcka (1939), la comedia del alemán exiliado Ernst Lubitsch, es su ultimo gran triunfo. Si Anna Christie fuera publicitada en 1930 con el slogan "¡Garbo habla!", en el caso de Ninotchcka se hizo un guiño a aquello con el mensaje "¡Garbo ríe!", pues efectivamente, la actriz se echaba unas buenas risas en el film, algo inédito en su filmografía. Con Ninotchcka descubrimos la calidad de Garbo como actriz, y su capacidad para afrontar géneros como la comedia sin problemas. Por contra, la película es en general poco respetuosa con los rusos, y por ello es el aspecto ideológico bastante cuestionable.
En 1942 Garbo rueda su último film, La mujer de las dos caras (Two Faced Woman), una comedia ligera dirigida por George Cukor, y que resultó un fracaso. Está considerado un film casi maldito, e indigno de la divina Garbo (y también indigno de Cukor), aunque tiene también sus defensores.
Garbo deja pasar la Segunda Guerra Mundial, pensando que volverá al cine cuando las cosas estén más tranquilas, pero lo cierto es que finalmente decide abandonar radicalmente la vida pública y recluirse en un apartamento de Nueva York sin querer saber nada más de Hollywood, la fama o el mundo que la adora.


Greta Garbo
Greta Garbo en 1951, evitando a los fotógrafos


Ahora se dedicaría a codearse con la jet set, dar paseos por Central Park, cuidar su jardín y fumar y beber cocktails, dos de sus grandes aficiones, además de relacionarse con sus múltiples amantes.
¿Por qué abandonó el cine? Tenía tan sólo 36 años, el mundo estaba a sus pies, podría haber dirigido su carrera como hubiera querido, ya había demostrado que era buena actriz y no le faltaba poder para trabajar con el director que le viniese en gana.
Sorprendentemente desapareció por completo del mapa hasta su muerte el 15 de abril de 1990 en Nueva York. Greta no quiso envejecer en el cine, era mejor que la gente la conservara en su apogeo de deífica belleza, en aquellos films en los que desde el chico de los cafés hasta el director estaban a su servicio, inmortalizando su figura para toda la eternidad.




Greta Garbo
Fuente: http://mujeres-riot.webcindario.com/Greta_Garbo.htm
¡'Gracias!

No hay comentarios:

Publicar un comentario