El Olonés, el bucanero que comía corazones
Jean-David Nua, también conocido como François l’Olonnais, fue un bucanero francés que durante dos décadas aterrorizó el Caribe en el siglo XVII. Las historias que se cuentan de él lo ponen como uno de los bichos más crueles y feroces de entre los Hermanos de la Costa. También es uno de los piratas más famosos.
Según la leyenda, sus hombres le seguían con fidelidad y eran igual de bárbaros que él. Consiguió infinidad de tesoros y sus métodos de interrogación rozaban el canibalismo. Escogía a uno de los hombres que iba a interrogar y, para que el resto supieran con quién se la estaban jugando, le cortaba el cuerpo en pedazos o le abría el pecho, extraía su corazón y lo masticaba, para escupirlo finalmente a los que seguían con vida. Con seguridad, estos acababan hablando.
Después de aterrorizar las costas centroamericanas, el Olonés tuvo la mala suerte de naufragar. Aguantó un tiempo luchando contra los indios. El Olonés y sus hombres intentaron escapar usando unas barcas que habían construido, pero fracasaron en el escape y acabaron siendo capturados por la tribu kuna. Todos los bucaneros murieron a manos de los indios. Todos, menos uno, que fue el que relató lo ocurrido: “lo despedazaron y descuartizaron, lo asaron y… se lo comieron”.
Los kuna eran antropófagos y por una extraña justicia divina, el Olonés, el bucanero que comía corazones acabó siendo devorado.
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