sábado, 22 de agosto de 2015

EL PROFETA EZEQUIEL

EL PROFETA EZEQUIEL



Ezequiel (vivió s. VI AC ). Ezequiel fue un sacerdote y profeta hebreo, ejerciendo su ministerio entre 595 y 570 a.E.C., durante el cautiverio judío en Babilonia. Protagonista y autor en parte del libro bíblico de Ezequiel, comenzó a profetizar a los judíos en Palestina c. 592 AC , anunciando el juicio de Dios sobre una nación pecadora. Fue testigo de la conquista de Jerusalén por BABILONIA y del éxodo de sus compatriotas israelitas al cautiverio. Ofreció una promesa de restaurar Israel en su famosa visión de un valle de huesos secos que revivirían. Concibió una comunidad teocrática organizada en torno a un templo restaurado en Jerusalén.

Sus profecías se encuentran en el Libro de Ezequiel, siendo su mensaje fue de reverencia para con la santidad de Dios e incluyó reflexiones sobre la futura reconstrucción del Templo de Jerusalén, enfatizando asimismo la responsabilidad moral de cada individuo.

A diferencia de otros profetas, Ezequiel tuvo importantes revelaciones en forma de visiones simbólicas que le fueron transmitidas por Yahvéh. Ezequiel provee descripciones detalladas de sus visiones. En su primera visión, Ezequiel percibió el tetramorfos, es decir, los cuatro seres vivientes tirando de un carro celestial.

Sus profecías advirtieron de la destrucción inminente de Jerusalén, condenaron las prácticas idólatras y envisionaron la restauración de Israel.

Ezequiel vivió en la misma época que el profeta Jeremías, tornánose profeta durante el exilio babilónico.

Estaba casado (Ezequiel 24, 18), era hijo de Buzí, de linaje sacerdotal, fue llevado cautivo a Babilonia junto con el rey Joaquim de Judá (597 a.E.C.) y permaneció en una ciudad de Mesopotamia llamada Tel-Abib, cerca de Nipur en Caldea, a orillas del río Cobar.8 Cinco años después, a los treinta de edad (cf. 1, 1), Yahvé lo llamó al cargo de profeta, que él ejerció entre los desterrados durante 22 años, hasta el año 570 a.E.C.

A pesar de las calamidades del destierro y de los falsos profetas, los cautivos no dejaban de abrigar esperanzas de que el cautiverio terminaría pronto y de que Yahvé restauraría la santa ciudad de Jerusalén y su Templo (Jer. 7).

Con la caída de Jerusalén y la destrucción del Templo, no pocos habían perdido la fe. La misión de Ezequiel consistió en combatir la idolatría, la corrupción por las malas costumbres, y las ideas erróneas acerca del pronto regreso a Jerusalén; para consolar a su pueblo, predicó la esperanza del tiempo mesiánico.

El Libro de Ezequiel comprende un prólogo, que relata el llamamiento del profeta (caps. 1-3), y tres partes principales: la primera (caps. 4-24) comprende las profecías acerca de la ruina de Jerusalén; la segunda (caps. 25-32), el castigo de los pueblos enemigos de Judá;11 y la tercera (caps. 33-48), la restauración.

En la última sección de su profecía (40-48), Ezequiel describe detalladamente la restauración de Israel después del cautiverio: el Templo y la ciudad de Jerusalén, así como sus arrabales y la tierra prometida repartida equitativamente entre las doce tribus israelitas.

Las profecías de Ezequiel se caracterizan por la riqueza de alegorías, imágenes y acciones simbólicas; san Jerónimo se refiere a ellas como el "mar de la palabra divina" y el "laberinto de los secretos de Dios".

Ezequiel es venerado como profeta en el judaísmo, cristianismo, islam y bahaísmo.


Según la tradición judía, Ezequiel murió mártir.

viernes, 21 de agosto de 2015

JUAN RULFO

JUAN RULFO



 (Sayula, Jalisco, México, 1918 - Ciudad de México, 1986) Escritor mexicano.

Un sólo libro de cuentos, El llano en llamas (1953), y una única novela, Pedro Páramo (1955), bastaron para que Juan Rulfo fuese reconocido como uno de los grandes maestros de la narrativa hispanoamericana del siglo XX.

Despues de publicarlas, se dedico principalmente a la fotografia.

Su obra, tan breve como intensa, ocupa por su calidad un puesto señero dentro del llamado Boom de la literatura hispanoamericana de los años 60, fenómeno editorial que dio a conocer al mundo la talla de los nuevos (y no tan nuevos, como en el caso de Rulfo) narradores del continente. Juan Rulfo creció en el pequeño pueblo de San Gabriel, villa rural dominada por la superstición y el culto a los muertos, y sufrió allí las duras consecuencias de las luchas cristeras en su familia más cercana (su padre fue asesinado). Esos primeros años de su vida habrían de conformar en parte el universo desolado que Juan Rulfo recreó en su breve pero brillante obra.

En 1934 se trasladó a Ciudad de México, donde trabajó como agente de inmigración en la Secretaría de la Gobernación. A partir de 1938 empezó a viajar por algunas regiones del país en comisiones de servicio y publicó sus cuentos más relevantes en revistas literarias. En los quince cuentos que integran El llano en llamas (1953), Juan Rulfo ofreció una primera sublimación literaria, a través de una prosa sucinta y expresiva, de la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos que trascendían la pura anécdota social.

En su obra más conocida, Pedro Páramo (1955), Rulfo dio una forma más perfeccionada a dicho mecanismo de interiorización de la realidad de su país, en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real; el resultado es un texto profundamente inquietante que ha sido juzgado como una de las mejores novelas de la literatura contemporánea.

El protagonista de la novela, Juan Preciado, llega a la fantasmagórica aldea de Comala en busca de su padre, Pedro Páramo, al que no conoce. Las voces de los habitantes le hablan y reconstruyen el pasado del pueblo y de su cacique, el temible Pedro Páramo; Preciado tarda en advertir que en realidad todo los aldeanos han muerto, y muere él también, pero la novela sigue su curso, con nuevos monólogos y conversaciones entre difuntos, trazando el sobrecogedor retrato de un mundo arruinado por la miseria y la degradación moral. Como el Macondo de Gabriel García Márquez, la ardiente y estéril Comala se convierte en el espacio mítico que refleja el trágico desarrollo histórico del país, desde el Porfiriato hasta la Revolución Mexicana.

Se ha asociado su obra a corrientes como el REALISMO MAGICO y el INDIGENISMO , pero su originalidad la vuelve casi inclasificable. Sus principales caracteristicas son su fi el retrato de la
psicologia y el lenguaje de los indigenas y del campesinado mexicanos, aliado a una tecnica que asimila los procedimientos narrativos vanguardistas del s. XX y a una vision pesimista de
la condicion humana. Es considerado una de las fi guras celebres de la literatura latinoamericana contemporanea.

Desde el punto de vista técnico, la novela se sirve magistralmente de las innovaciones introducidas en la literatura europea y norteamericana de entreguerras (Proust, Faulkner, Joyce), línea que seguirían en los 60 muchos autores del Boom; planteado inicialmente como un relato en primera persona en boca de su protagonista, se asiste en seguida a la fragmentación del universo narrativo por la alternancia de los puntos de vista (con uso frecuente del monólogo interior) y los saltos cronológicos. Rulfo escribió también guiones cinematográficos como Paloma herida (1963) y otra excelente novela corta, El gallo de oro (1963).

En 1970 recibió el Premio Nacional de Literatura de México, y en 1983, el Príncipe de Asturias de la Letras.

A Juan Rulfo le bastaron una novela y un libro de cuentos para ocupar un lugar de privilegio dentro de las letras hispanoamericanas. Creador de un universo rural inconfundible, el narrador plasmó en sus narraciones no sólo las peculiaridades de la idiosincrasia mexicana, sino también el drama profundo de la condición humana. El llano en llamas (1953) reúne quince cuentos que reflejan un mundo cerrado y violento donde el costumbrismo tradicional se desplaza para vincularse con los mitos más antiguos de Occidente: la búsqueda del padre, la expulsión del paraíso, la culpa original, la primera pareja, la vida, la muerte. Pedro Páramo (1955) trata los mismos temas de sus relatos, pero los traslada al ámbito de la novela rodeándolos de una atmósfera macabra y poética. Este libro ostenta, además, una prodigiosa arquitectura formal que fragmenta el carácter lineal del relato.

La mítica ciudad de Comala sirve de escenario para la novela y algunos cuentos de Juan Rulfo. Su paisaje es siempre idéntico, una inmensa llanura en la que nunca llueve, valles abrasados, lejanas montañas y pueblos habitados por gente solitaria. Y no es difícil reconocer en esta descripción las características de Sayula, en el Estado de Jalisco, donde el 16 de mayo de 1918 nació el niño que, más tarde, se haría famoso en el mundo de las letras. Su nombre completo era Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno.

Fueron tantas las reacciones periodísticas y las notas necrológicas que se publicaron después de la muerte de Rulfo que con ellas se elaboró un libro titulado Los murmullos, antología periodística en torno a la muerte de Juan Rulfo. Póstumamente se recopilaron los artículos que el autor había publicado en 1981 en la revista Proceso.



jueves, 20 de agosto de 2015

CONSTANCIO C. VIGIL

CONSTANCIO C. VIGIL




Constancio Cecilio Vigil, fue un escritor especializado en literatura infantil, nacido en Rocha, Uruguay, el 4 de setiembre de 1876.
Comenzó su carrera periodística a los 15 años creando el periódico “El Derecho” y cuatro años más tarde, el Semanario “La Alborada”. Le siguió el diario “La Ley”, clausurado en 1903 por razones políticas, hecho que decidió su radicación en la Argentina.
En 1904 fundó la revista “Pulgarcito”, que contenía una sección infantil y en 1908 “Germinal”, revista dedicada al  agro. En 1911 fundó, conjuntamente con Alberto Haynes, la revista “Mundo Argentino”. El 7 de marzo de 1918 publicó la revista “Atlántida”, dando origen a la Editorial Atlántida, que llegó a ser líder en el mercado de revistas.
Fue responsable de la aparición de “El Gráfico”, el 30 de mayo de 1919, dedicada a los deportes; “Billiken”, el 17 de noviembre de 1919, dedicada a los niños en edad escolar; “Para Tí”, el 16 de marzo de 1922, dedicada al mundo de la mujer; “Tipperary”, el 18 de aabril de 1928; “Chacra”, en 1930; “El golfer argentino”, en 1931; “Vida nuestra” en 1932. Editó la “Colección billiken” con biografías de los grandes hombres de la historia y la cultura.
Durante toda nuestra vida escolar, estuvimos muy bien acompañados por la revista “Billiken”. En sus páginas, se reflejaron los distintos temas de estudio, que se presentaban en forma paralela al desarrollo del programa lectivo oficial. La coincidencia permitía “enriquecer” las tareas con el agregado de fotos y dibujos publicados, que trasladábamos directamente de la revista al cuaderno de clase, mediante el auxilio de bencina, dejando una reproducción más que aceptable.
En las páginas de “Billiken”aparecía la promoción de los libros y cuentos de Vigil. Entre éstos, “Misia Pepa”, una lora parlanchina; “El Mono Relojero”; “La Hormiguita Viajera”; “La Dientuda”, una ratona; “La Familia Conejola”; “Los Chanchín”; “La moneda volvedora”. Entre los libros se destacaron “Cartas a gente menuda”; “El Erial”, un compendio de reflexiones;”Vida Espiritual”; “Marta y Jorge”, un libro para adolescentes; el famoso “Upa!”, texto para aprender a leer. Muchos de estos cuentos y algunos libros, fueron ilustrados por el dibujante español Federico Ribas.
Constancio C. Vigil falleció en Buenos Aires el 24 de setiembre de 1954. Tres mil escuelas, aulas y bibliotecas llevan su nombre. Este extraordinario periodista, escritor y editor, propuesto para el Premio Nóbel de la Paz, vivió en ese Buenos Aires que se fue.

Publicado por Carlos Araujo

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Constancio_C_Vigil.

http://www.enlacesuruguayos.com/Billiken.htm

ALBERTO DURERO

ALBERTO DURERO



Alberto Durero, alemán Albrecht Durer (21 mayo 1471, ciudad imperial libre de Núremberg–6 abril 1528, Núremberg).
Pintor y grabador alemán. Trabajo como dibujante en el taller de orfebrería de su padre. A los 15 años de edad fue aprendiz de un pintor e ilustrador en su Núremberg natal. Abrió su propio taller c. 1494 y comenzó a realizar xilografías y grabados en cobre. Sus largos viajes lo llevaron dos veces a Italia; es posible observar la influencia italiana en grabados como Las cuatro brujas ( c.1497) y Adán y Eva (1504).
Se hizo conocido por sus penetrantes retratos y autorretratos de medio cuerpo.
En 1506, en Venecia, completo su gran retablo La fiesta del rosario para la capilla alemana en la iglesia de San Bartolomeo.
Más adelante, importantes obras incluyen su famosa serie de grabados en cobre sobre la Pasión (1507–13), así como: San Jerónimo en
su estudio, Melancolía I y El caballero, la muerte y el diablo (1513–14). De vuelta en Núremberg trabajo para el emperador MAXIMILIANO I (1512–19). En 1515 ya había logrado fama internacional. En 1518 se convirtió en un devoto seguidor de MARTIN LUTERO . Su pintura

más notable es Los cuatro apóstoles , de 1526. Fue el artista del RENACIMIENTO más importante de Europa septentrional y tuvo muchos discípulos e imitadores.

miércoles, 19 de agosto de 2015

HONORE DE BALZAC

HONORE DE BALZAC


Honore de Balzac, orig. Honore Balssa (20 may. 1799, Tours, Francia–18 ago. 1850, Paris). Escritor francés. Empezó a trabajar a los 16 años de edad como empleado en Paris.
Un primer intento por hacer carrera en el mundo de los negocios le significó contraer enormes deudas, obligándolo a trabajar intensamente por décadas para mejorar su alicaída situación financiera, que empeoraba día a día. En 1829, sus novelas y relatos comenzaron a tener un éxito relativo que fue antesala de sus primeras obras maestras. En su vasta serie de obras narrativas, que agrupo bajo el título La comedia humana
, formada por aprox. 90 novelas y novelas cortas, intentó crear un exhaustivo fresco de la sociedad contemporánea, en el que retrato los distintos arquetipos y variedades de la naturaleza humana que produjo esa sociedad. Entre sus obras cabe mencionar Eugenia Grandet (1833), Papa Goriot (1835), Las ilusiones perdidas (1837–43), Esplendores y miserias de las cortesanas (1843–47) y La prima Bette (1846).
Sus novelas destacan por su gran fuerza narrativa, su amplia y diversa galería de vividos personajes y su obsesivo interés por examinar prácticamente todas las esferas de la vida. Su conjunto de relatos más conocido es Cuentos libertinos (3 vol., 1832–37). Su tumultuosa vida se caracterizó por las crecientes deudas que fue acumulando y por su incesante dedicación al trabajo, a menudo expresada en periodos de escritura febril de mas de 15 horas seguidas (su muerte, de hecho, se atribuyo al exceso de trabajo y a su inmoderado consumo de café).

Es considerado unánimemente uno de los precursores y más influyentes representantes del REALISMO y NATURALISMO en la novela y uno de los más grandes narradores de todos los tiempos.

lunes, 17 de agosto de 2015

ANTONIO ÁLVAREZ JONTE

ANTONIO ÁLVAREZ JONTE 

Nació en Madrid en 1784 y vino con sus padres a Córdoba, estudió derecho en la Universidad de esa ciudad y se doctoró en la de Santiago de Chile.

Se instaló en Buenos Aires como abogado, y allí estaba cuando se produjeron las invasiones inglesas. Se ofreció como voluntario para rechazarlas, pero no fue aceptado por su salud endeble.

Participó en la preparación de la Revolución de Mayo; producida ésta, la Primera Junta lo envió a Chile para provocar otra en la misma dirección; allí fue nombrado "Comisionado de la Primera Junta" (18/9/1810). Llegó a Chile en el mes de octubre, cuando ésta ya se había producido, y fue el primer embajador rioplatense en ese país.

De regreso en Buenos Aires, integró con Sarratea el Tribunal de Concordia.

Hacia fines de 1810 estaba en Buenos Aires y se unió al grupo de Mariano Moreno. La Junta lo nombró Regidor del Cabildo, puesto desde el cual presionó para disolver la Junta cuando llegó la noticia del desastre de Huaqui. 

Apoyó la formación del Primer Triunvirato, y por iniciativa de éste fue nombrado nuevamente regidor del cabildo para el año 1812. Pasó a la oposición cuando el gobierno dirigido por Rivadavia disolvió la primera asamblea nacional en 1812.

Se unió a la Logia Lautaro, fundada por Alvear y San Martín, y apoyó la revolución de octubre de 1812 (provocada por San Martín al llegar la noticia de la victoria de Tucumán). Por ésta se disolvía el primer triunvirato y se lo reemplazaba por otro, formado por Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña, y Álvarez Jonte. Poco después, Paso fue reemplazado por José Julián Pérez, y unos meses más tarde, Rodríguez Peña fue reemplazado por Gervasio Posadas, tío de Alvear.
En la práctica, el gobierno estuvo controlado por la Logia Lautaro y por Alvear.

El Triunvirato convocó a una Asamblea General Constituyente, dominada por Buenos Aires y en la cual muchos de los diputados del interior habían sido nombrados por la Logia, en Buenos Aires. Ésta no cumplió con sus objetivos, ya que no declaró la Independencia ni sancionó ninguna constitución.

A fines de 1813, Juan Larrea (un rico e influyente amigo de Alvear y del comercio inglés) reemplazó a Álvarez Jonte, que fue nombrado al frente de la comisión investigadora de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma.

Poco después, el Triunvirato se convertía en Directorio, nombrando Director Supremo a Posadas.

Álvarez Jonte se trasladó a Tucumán para iniciar el juicio, pero se negó a juzgar a Belgrano. A principio de 1814 reorganizó el gobierno de la provincia de Tucumán.
Fue auditor de guerra del Ejército del Norte en el corto período en que su comandante fue San Martín.
Regresó a Buenos Aires, donde fue auditor general de guerra, y mantuvo su cargo durante el breve directorio de Alvear.

Al estallar el motín de Fontezuelas, que produjo la caída de Alvear, fue desterrado a Londres.

 Allí se unió a la casa central de la Logia Lautaro y se dedicó a formar una escuadra para Chile, recién reconquistada por San Martín, apoyando los planes de éste de atacar el virreinato del Perú por el mar.
Llegó a Chile con el almirante Alexander Cochrane en noviembre de 1818, en la armada destinada a trasladar al Ejército de los Andes al Perú.
Aunque estaba muy enfermo, fue nombrado Auditor de Guerra del ejército y secretario de San Martín.

 Acompañó a Cochrane en la primera campaña naval a El Callao, y no pudo impedir que el almirante se apoderara de las presas que había capturado el capitán Hipólito Bouchard en su vuelta al mundo como corsario.

En agosto de 1820 se embarcó con San Martín hacia el Perú. Pero a poco de llegar, murió a causa de fiebres (probablemente tuberculosis ) en octubre de 1820 en el puerto de Pisco. Acababa de empezar la campaña libertadora del Perú.

GENERAL DE DIVISIÓN ENRIQUE MOSCONI

GENERAL DE DIVISIÓN ENRIQUE MOSCONI

Nació en Buenos Aires el 21 de febrero de 1877, siendo hijo del ingeniero Enrique Moscóni y de doña María Juana Canavery.
Ingresó al Colegio Militar de la Nación el 26 de mayo de 1891, y se graduó con diploma de ho­nor de subteniente de infantería el 20 de noviembre de 1894.
En el año 1899 desempeñó comisiones topográficas en la cordillera, en Mendoza, toman­do parte en los levantamientos topográficos y estudios estadís­ticos de la zona.
En el año 1900 formó parte de la Comisión que realizó los estudios del ferrocarril estraté­gico de Confluencia a Pino Ha­chado.  En junio de 1903 se graduó como ingeniero civil, en la Fa­cultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Univer­sidad de Buenos Aires; en septiembre del mismo año se le reconoció como ingeniero mili­tar, siendo transferido al arma de Ingenieros.
Durante su prestación de ser­vicios en el Ministerio de Guerra, ganó el primer premio, entre 11 concursantes, para los proyectos de un cuartel de infantería y uno de caballería a levan­tarse en el lugar que hoy ocupa el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín. En noviembre de 1904 viajó a Italia, Bélgica y Alemania, don­de realizó estudios para la cons­trucción de la usina hidroeléctrica y a gas pobre que funcionara en Campo de Mayo, adquiriendo además los materiales de hierro, sanitarios y eléctricos para los cuarteles que se levantaron en los años 1905/1910, siendo feli­citado por el Ministerio de Gue­rra por las grandes economías que obtuvo para el Estado, en estas adquisiciones.
De octubre de 1906 a octubre de 1908 fue incorporado al ejér­cito alemán en el Batallón 10 de "Pioners de Wesphalia", y tomó parte en las maniobras impe­riales de 1907. Cursó la Escuela Técnica de Artillería e Ingenieros de Charlotenburgo, y vol­vió a realizar maniobras como mayor en el Regimiento 48 de Infantería.  En Suiza realizó maniobras con la III División de Berna. En diciembre de 1909 fue nombrado vocal de la Comisión de Ingenieros que viajó a Euro­pa para realizar estudios y adquisiciones de materiales técni­cos del arma, y tomó parte en ejercicios de los cuerpos de Za­padores Pontoneros, Telegrafis­tas y Ferrocarrileros de Alema­nia, Francia y Austria Hungría.


 En 1910 patentó en Alemania y cedió al Ministerio de Guerra de la Argentina, un dispositivo para cambio de trocha en roda­dos militares.  Tomó parte en los grandes ejercicios técnicos realizados en el Elba en julio de 1913.   En junio de 1914 fue incorporado como Teniente Coronel al III Regimiento de Infantería de la Guardia, con el cual participó en maniobras de regimiento y de brigada.
Regresó al país en diciembre de 1914, y volvió a comandar el 1° de Ingenieros hasta 1915 en que fue nombrado Subdirector General de Arsenales de Guerra. A mediados de 1916 se le designó Director del Arsenal Esteban de Luca.  El 16 de marzo de 1920 se le nombró Director de Aeronáuti­ca, fundó el Grupo 1° de Aviación, y dio gran impulso al arma.
Director del servicio de Aeronáutica del Ejército en 1922, un día se irritó ante el reclamo de la West India Oil Co., filial de la Standard Oil de New Jersey, de cobrar por anticipado la nafta para los aviones. En su libro El petróleo argentino Mosconi mismo escribió el relato de la entrevista: “Advierta, le dije entonces, que el Servicio Aeronáutico del Ejército no debe un solo centavo a su compañía; que se trata de una repartición militar solvente y dependiente del Ministerio de Guerra y que, por lo tanto, no sólo me sorprenden sus manifestación y exigencia, sino que las considero impertinentes y no las acepto”. Mosconi se guardó lo que pensó y no dijo: “Allí, en el mismo escritorio, me propuse, juramentándome conmigo mismo, cooperar por todos los medios legales a romper los trusts. Designado director general de YPF el 19 de octubre de 1922, realicé tal propósito siete años después, para bien y progreso de nuestra Patria y mayor ventaja de sus habitantes”.   Cuando Alvear lo designó al frente de YPF, Mosconi se propuso estructurar una empresa fuerte y luego “tomar la dirección de nuestro mercado de consumo, llevando los precios a un nivel conveniente y equitativo para los intereses nacionales” para arrastrar a la baja “a todas las firmas importadoras”.
 
En 1926, al hacer su propio balance, consignaba Mosconi que “se opina comúnmente que el Estado es mal administrador”. Pero “el juicio es exacto cuando el Gobierno no traza ni mantiene normas de buena administración”. En 1922 la industria petrolera fiscal producía un promedio diario de 942 metros cúbicos, contra 2.61 de 1926. Mosconi envió técnicos a especializarse en los campos petrolíferos de los Estados Unidos, México, Venezuela y Europa. Sus estudios sirvieron de base para el Boletín de Informaciones Petroleras y para la creación de cursos complementarios de cinco meses para formación en el área en la Escuela Industrial de la Nación. El mismo espíritu animó en 1928 la fundación del Instituto de Petróleo en la Universidad de Buenos Aires con aprobación del rector, Ricardo Rojas. Rojas quería formar “técnicos argentinos aptos que nos libren de la declamación, más o menos patriótica”.
Mosconi quería una ley para nacionalizar los yacimientos, que veía difícil con la composición del Congreso en 1928. Esa herramienta sería “una valla infranqueable a los avances de empresas que, como la Standard Oil Co. en el norte, inicia y consolida sus conocidos sistemas de penetración y amenaza perturbar nuestro futuro económico y, por consecuencia, nuestra situación política”. El Senado no quiso aprobar la iniciativa de Hipólito Yrigoyen, presidente en su segundo mandato entre 1928 y 1930, y el golpe de Uriburu terminó de abortar la iniciativa.
El 9 de septiembre de 1930, se retira de YPF.  El ciclo de golpes de Estado del siglo XX comenzó el 6 de septiembre de 1930, cuando José Félix Uriburu derrocó a Hipólito Yrigoyen. Quedó en la historia con un mote: “Golpe con olor a petróleo”. Y algo se habrá olido en aquel momento el director de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, el ingeniero y general Enrique Mosconi, porque sólo cuatro días después presentó su renuncia.
 
A las empresas petroleras inglesas y norteamericanas no les fue fácil conseguir que Uriburu, incluso con un gabinete afín a capitales de ese origen y de Alemania, lograra desmontar los ocho años de gestión de Mosconi.
No alcanzaron el arresto y la investigación a la que fue sometido el general. YPF se había convertido en una estructura industrial poderosa. La destrucción sólo sería posible 60 años después, en la primera presidencia de Carlos Menem. Y no es que en los dos años de Uriburu faltaron intentos. La Standard Oil, con matriz en los Estados Unidos, presionó para conseguir avances en Salta.  Sin chances de liquidar a YPF, la estrategia privada apuntó a ganar espacios en paralelo. De 1931 es la instalación de la destilería de Shell en Dock Sud. En simultáneo, las otras compañías presionaban para anular la reserva a favor de la explotación estatal dispuesta por el presidente radical Marcelo Torcuato de Alvear en 1924 para las cuencas de Chubut, Santa Cruz, Neuquén, Tierra del Fuego, La Pampa, Salta, Jujuy y Mendoza.  
Entre los años 1931 y 1932, permanece en Italia estudiando la Aeronáutica de ese país.
Cuando regresó fue designado Director General de Tiro y Gimnasia, y se retiró del Ejército con el grado de General de División, el 31 de diciembre de 1933.
Después de una larga enfermedad falleció el 4 de junio del año 1940.