miércoles, 27 de mayo de 2015

Dolores Ibarruri "la Pasionaria"

Dolores Ibarruri "la Pasionaria"


    Dolores Ibarruri nace en 1895 en Gallarta, Vizcaya, en el seno de una familia pobre y numerosa. El contexto que la rodea es la pérdida total de las colonias españolas.
    La industria nacional española que estaba muy poco desarrollada, empieza a tratar de surgir. Para eso, proliferan las industrias textiles, siderúrgicas y mineras. Los dos centros más importantes de estas actividades son Cataluña y Vizcaya.
    En Gallarta surge un importante centro minero, y de la mano van tomando fuerza también los movimientos obreros que defendían los derechos de los trabajadores y que se sustentaban con el comunismo.
    Mientras tanto, Isidora Ibárruri Gómez (verdadero nombre de la Pasionaria) había crecido y sus padres la habían empleado en una casa para hacer trabajos dométicos, a pesar de haber deseado seguir la carrera de maestra, sueño que los padres sintieron demasiado ambicioso para ella.
    Vestida de negro siempre, Dolores aprendió costura y fue una verdadera adicta a la lectura, por lo que adquirió una importante preparación, gracias a la cual pudo llegar muy alto.
    Debido a sus experiencias y a lo que estaba ocurriendo en su país, Dolores prontó se adscribió al Partido Comunista. A sus 25 años, se casa con el líder comunista Julián Ruiz. Su matrimonio no fue muy feliz, debido a que él pasaba la mayor parte del tiempo en diligencias o en la cárcel.
    A pesar de esto, Dolores tuvo varios hijos. La primera murió muy pequeña. Después tuvo a Rubén y luego trillizas de las que sobrevive sólo una a la cual llamó Amaya, y la última llamada Eva, muere también a temprana edad.
    En 1918, publicó su primer artículo en el Minero Vizcaíno y lo firmó con el seudónimo de La Pasionaria, de ahí que se le conozca por este nombre. Y así se inició su gran acción social. Moviliza a los trabajadores, participa en manifestaciones y en 1930 es elegida miembro del Comité Central del Partido.
    El comité la envía como delegada al III Congreso del Partido Comunista Español. Por esta época se separa de Julián y se va a Madrid donde será escritora en el diario Mundo Obrero. En 1932, la nombran durante el IV Congreso responsable de la Comisión Femenina del Partido.
    Debido a sus fuertes y punzantes discursos, y a su activa militancia en las manifestaciones comunistas es encarcelada varias veces y perseguida por las autoridades. Poco tiempo después se destaca en las Cortes Constituyentes de la República Española, como diputado del Partido Comunista por Asturias.
    En ese momento, viaja por primera vez a Moscú donde se entrevista con José Stalin. En 1934, preside el I Congreso del Comité de Mujeres, y luego participa en el Congreso Mundial de Mujeres en París. Debido a su gran participación política, no tiene tiempo suficiente para sus hijos, por lo que los envía a estudiar a Rusia.
    Durante la Guerra Civil Española, su actividad fue fundamental, pues hablaba al pueblo, escribía, publicaba discursos y se desplazaba al frente. Fue aquí en este momento, dodne se hizo célebre su frase "Antes morir de pie que vivir de rodillas".
    En 1937, es elegida vicepresidenta de las Cortes, donde lucha por defender a los católicos y el orden institucional. Además, colabora con el traslado de un sinnúmero de españoles a la Unión Soviética, e incluso ella misma se traslada al bloque comunista, donde es exiliada debido a la existencia del fascismo en España.
    En la Guerra de Stalingrado muere su hijo, golpe del cual le cuesta mucho recuperarse. Después, en el año de 1942 fue elegida Secretaria General del Partido, aprende ruso y logra entrevistarse con varias autoridades comunistas del mundo, entre ellos Stalin, quien la recibió por segunda vez.
    Durante años, Dolores había mantenido un amorío con Francisco Antón, quien peetenecía al partido y era dicisiete años menor que ella. Cuando esto se hizo público el Partido se opuso, y ella se doblegó pues prefería sacrififcar su vida sentimental a sus ideales políticos.
    Después es enviada a Chekoslovaquia para que transmita en la Radio España Independiente. Durante el VI Congreso renuncia a la Secretaría, sin embargo es elegida Presidente del partido. A los pocos años, es galardona con el premio Lenin para la Paz y recibe un doctorado Honoris Causa en historia de la Universidad de Moscú.
    Por esa época, viaja a Cuba, a China, Italia, Suiza y Yugoslavia. Al año siguiente de la muerte del general Franco, Dolores decide regresar a España. En ese momento tiene 80 años, de los cuales 38 los ha vivido en el exilio, lejos de la tierra que la vio nacer.
    Corre el año de 1977, Dolores vuelve a Asturias donde es reelegida diputada. Seis años depués, se estrena en Madrid la película Dolores que retrata parte de su vida. Al final de su vida, participa en la manifestación que hacen las madres de la Plaza de Mayo en Argentina. La Pasionaria nunca abandonó su actividad y murió en 1989, año en que cayó irónicamente el Muro de Berlín, a la edad de noventa y cuatro años y en su ciudad natal.
    Esta gran mujer es recordada por poetas del nivel de Rafael Alberti, Antonio Machado y Miguel Hernández. Además, sus múltiples publicaciones como Me faltaba España de 1984, Pasionaria, la lucha y la vida de 1985, y Memorias de Dolores Ibárruri entre 1936 y 1977 dejan un buen rastro de lo que fue su lucha por los ideales socialistas de igualdad y de derechos para los oprimidos.


ALMAGESTO DE ILIRIA: el primer y sangriento pirata

ALMAGESTO DE ILIRIA:


Fue el primer pirata que se conozca, y el más sangriento. Inventó el concepto de piratería, y convirtió las travesías por el mar Mediterráneo, antes tranquilas, en una empresa riesgosa en grado sumo.

El comercio marítimo romano sufrió innumerables pérdidas, ya que Almagesto echaba a pique todas las naves que capturaba, sin dejar sobrevivientes. Curiosamente, si bien desarrolló la idea de la piratería, nunca se le ocurrió convertirla en una actividad lucrativa, ya que no fue capaz de vislumbrar el concepto de botín.

Por esto, hundía las naves que capturaba con su cargamento completo.

Si bien los pesados trirremes romanos nunca pudieron atraparlo, finalmente debió retirarse porque su tripulación, harta de trabajar ad honorem, lo abandonó.

sábado, 23 de mayo de 2015

VICENTE PAZOS KANKI Historia de un amante de la libertad, diplomático, periodista y pensador aymara.

VICENTE PAZOS KANKI Historia de un amante de la libertad, diplomático, periodista y pensador aymara.



El distinguido escritor y periodista boliviano José E. Pradel B. nos acerca esta interesante nota sobre Vicente Pazos Kanki, un altoperuano que participó de nuestra independencia.

 Hay personajes que, por alguna razón, pasan injustamente de puntillas por la historia. Grandes individuos que, sin saber por qué, son misteriosamente olvidados y difuminados por el paso del tiempo. Precisamente uno de ellos es Vicente Pazos Kanki, un amante de la libertad, diplomático, periodista y pensador aymara, del siglo XIX.
Es en ese sentido, que nos hemos propuesto escribir estos breves apuntes sobre su vida y su obra. La vida de Vicente Pazos Kanki, es apasionante, nació el 3 de octubre de 1779, en la localidad paceña de Santa María de Rosario de Ananea, hijo del propietario de haciendas en la población de Ilabaya, Buenaventura Pazos, de origen aymara y Cecilia Palacios, de origen quechua. Fue educado por un cura doctrinero filantrópico, en una pequeña iglesia del citado poblado, hasta sus 14 años.
Posteriormente, fue enviado al ‘Seminario de San Francisco’, en La Paz, para aprender español y seguir la carrera sacerdotal, durante este tiempo estudió el pensa-miento religioso católico y realizó excursiones por las proximidades del Lago Titicaca, de esta manera conoció las magníficas construcciones tiwanacotas y la región oriental de la Cordillera, a fin de encontrar las fuentes del río Tipuani y en ello “vio no solamente aguas que discurren por sus lechos sino vías de comercio, comunica-ción humana y creación de riqueza” 2.
Con el transcurso del tiempo dicho altoperuano, después de aprender el latín, se trasladó a la ciudad del Cuzco, a estudiar en el ‘Seminario Dominicano de San Antonio Abat’. Durante los próximos siete años se formó en la retórica, filosofía y teología, graduándose con el grado de ‘Doctor en teología sagrada’, en 1804. Un año más tarde fue testigo del apresamiento y ajusticiamiento del Dr. José Manuel Ubalde, quien organizó un levantamiento para independizar al Perú de España y restaurar la monarquía incaica. Sobre sus orígenes y primeros años, escribió posteriormente:
“mi lenguaje será tosco é inculto como nuestras breñas; y como éllas tendrá el sello de la naturaleza, que es la sencillez é ingenuidad. Mi primer intento fue escribir en nuestro idioma nativo, pues que habiendo nacido entre vosotros, de una familia indígena, mamé la leche inocente de nuestras tallas y con ella aprendí el lenguaje en que nuestros antepasados se espresaban en el antiguo Imperio Peruano. Los accentos de este idioma original, tan sonoros para mí, no cesan de latir en mis oídos, y como por un encanto, me parece que aún estoy escuchando los discursos patéticos á que frecuentemente asistía, en mi primera edad, en el antiguo Cozco, metrópoli de los Incas ádonde fui á aprender los rudimentos del saber Europeo”3.
Consecutivamente, se trasladó a Chuquisaca donde estudió las doctrinas políticas de Montesquieu, D’Ageseau, Locke, Mirabeau, Raynal, Adan Smith y Thomas Paine, entre otros. En dicha ciudad también hizo amistad con el destacado futuro revolucionario José Bernardo de Monteagudo4.
En 1808, Vicente, visitó las minas y fundiciones de mineral de Potosí, donde observó, el cruel sistema de trabajo obliga-torio de la mita. Con el transcurso del tiempo volvió a La Paz, donde fue testigo de la derrota del movimiento revolucionario del 16 de julio de 1809. Luego se dirigió a Buenos Aires, llegando a inicios de 1810 a dicha ciudad fue socorrido por Mariano Moreno, quien fue nombrado uno de los Secretarios de la Junta de Gobierno, que se encontraba a la cabeza del potosino Cornelio Saavedra.
Moreno, el 2 de junio de 1810, dictó un decreto fundando la “Gaceta de Buenos Aires”, con el objetivo de proporcionar información al pueblo sobre los asuntos públicos, de esta manera Pazos Kanki, comenzó a trabajar con él. Desde este momento, “el altoperuano (originario de Ananea, J. P.) consideraba que la prensa era un instrumento indispensable para contribuir a mantener el equilibrio entre los derechos individuales y la autoridad pública”5. En 1811, tras un cambio de las autoridades de la Junta de Gobierno, el 5 de octubre Pazos Kanki, fue nombrado editor de la ‘Gaceta’, desde este cargo “decidió cambiar el formato del periódico y publicar dos números semanales, los martes y los viernes. Entre el 5 de noviembre y el 31 de diciembre, trabajó como editor de catorce ediciones regulares… tres suplementos y una edición extra; en conjunto, contribuyó con 46 artículos”6. Con el transcurso del tiempo Pazos Kanki tuvo que trabajar conjuntamente con Mon-teagudo, idea que no aprobó y de esta manera fundó los primeros días de enero de 1812, “El Censor”, este semanario “desde el 7 de enero al 21 de marzo, emitió doce números regulares, cuatro suplementos y un extra”7.
Por otro lado, el 8 de octubre del citado año, los regimientos de ‘Granaderos Montados de Patricios’ y la artillería a la cabeza de Carlos María de Alvear, depusieron a dicha Junta de Gobierno y proclamaron otro triunvirato, que dos días después ordenó el exilio de Vicente Pazos Kanki, es decir, que nuestro personaje partió a bordo de un barco ingles rumbo a la ciudad del Támesis, pasando por las ciudades de: Río de Janeiro y Nueva York.
En Londres fue recibido por el antiguo cura español José María Blanco White, editor del periódico “El Español”, en ese momento Vicente aprendió todo lo que le fuera posible con respecto al idioma inglés, las costumbres y la religión, como resultado reconsidero sus creencias religiosas y se convirtió al anglicanismo.
Posteriormente, Pazos se casó en una ceremonia anglicana, en Londres en 1813, con una inglesa tenaz, llamada Francés Pazos. Luego, trabajó como Secretario de Manuel Sarratea, que llegó a Londres el 20 de marzo de 1814, como representante diplomático de las Provincias Unidas del Río de la Plata, con el objetivo de que el gobierno británico interpusiera sus buenos oficios para lograr una paz equitativa entre las Provincias Unidas y España, subsiguientemente trabajó conjuntamente con Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia, en la búsqueda del reconocimiento de la independencia de las citadas Provincias por parte del reino español.
En agosto de 1816, Pazos y su esposa desembarcaron en Buenos Aires, en esta ciudad fundó una imprenta nombrada “Imprenta del Sol”, inmediatamente más adelante creó el periódico “El Observador Americano”, que se inclinaba por una monarquía constitucional. También fundó otro diario, tratando de dar continuidad al “El Censor”, pero ya existía un periódico del mismo nombre. Es así que instauró “La Crónica Argentina”, que comenzó con el número 13, manteniendo el mismo lema y formato que el “El Censor”. “Entre el viernes 30 de agosto de 1816 y el sábado 8 de febrero de 1817, se editaron en total 28 números, una segunda edición y un suplemento”8. En este seminario rea-lizó una “influyente campaña antimonarquista…y fue una de sus más notables hazañas periodísticas”9. Durante este perío do, Pazos tradujo la declaración de la Independencia del Congreso de Tucumán al idioma aymara y quechua para su divulgación en el Alto Perú (hoy Bolivia).
Sin embargo, el 13 de febrero de 1817, Pazos Kanki fue apresado junto a seis compañeros por orden del Director de las Provincias Unidas, el Gral. Juan Martín de Pueyrredón, bajo el cargo de conspirar y corromper el espíritu público mediante la publicación de notas que reprochaban su gobierno. En ese sentido, Pazos a la edad de 37 años fue embarcado en la nave inglesa “Hero”, que lo llevó a su segundo exilio el 8 de marzo, con dirección a los Estados Unidos de Norteamérica.
El 9 de mayo, Pazos y otros seis exiliados desembarcaron en el Puerto de Savannah (Georgia - EE.UU.). En este momento, “directa e indirectamente, a través de periodistas norteamericanos Pazos y sus compañeros de exilio revelaron las disputas faccionales en las Provincias Unidas”10. Por otro lado, “Pazos fue a dar a la Florida, donde tuvo una importantísima actuación revolucionaria en los intentos de declarar independiente de España a las Provincias de las Floridas, unido a importantes personajes de varias nacionalidades”11, como por ejemplo el italiano Agustín Codazzi 12.


1 DIEZ DE MEDINA, Fernando: Imantata: lo escondido. Para una teoría de Bolivia, Editorial Don Bosco, La Paz, 1975, p. 214.
2 SALAMANCA LAFUENTE, Rodolfo: “El Magnífico Indio Vicente Pazos Kanki”, Prólogo de la segunda edición de la obra de PAZOS KANKI, Vicente: Compendio de la Historia de los Estados de Norte América. Puesto en Castellano por un Indio de la ciudad de La Paz, ABH- Escuela de Artes Gráficas de la Editorial Don Bosco, La Paz, 1976, p. XII.
3 PAZOS, Vicente: Memorias Histórico - Políticas, Tomo I, Impreso para el autor, Londres, 1834, p. III.
4 Sobre el pensamiento hispanoamericano de Monteagudo, consultar: PRADEL B., José E.: “Bernardo Monteagudo y la Federación de los Estados Hispanoamericanos”. En el suplemento Nuevos Horizontes de ‘EL DIARIO’, Nº 1117, 06 de mayo de 2014, pp. 4, 5, 6 y 7.
5 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: Vicente Pazos Kanki. Un boliviano en la Libertad de América. Traducción de Raúl Mariaca y Samuel Mendoza, Los Amigos del Libro, La Paz, 1975, p. 46.
6 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 49.
7 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 57.
8 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 90.
9 SALAMANCA LAFUENTE, Rodolfo: op. cit., p. 49. p. XIV.
10 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 122.
11 VÁZQUEZ MACHICADO, Humberto: Los plagios de Pazos Kanki y de otros grandes escritores, Librería Editorial Juventud, La Paz, 1991, p. 8.
12 Al respecto, ver: PRADEL B., José E.: “Agustín Codazzi (1772 - 1859). Historia de un explorador y cartógrafo Ítalo- americano”. En el suplemento Nuevos Horizontes de ‘EL DIARIO’, Nº 1013, 08 de mayo de 2012, pp. 4 y 5.
13 HARWOOD BOWMAN, Jr. Charles: op. cit., p. 148.

viernes, 22 de mayo de 2015

ARISTARCO DE SAMOS el primero que colocó el Sol, y no la Tierra, en el centro del universo conocido

ARISTARCO DE SAMOS el primero que colocó el Sol, y no la Tierra, en el centro del universo conocido



(Samos, actual Grecia, 310 a.C. - Alejandría, actual Egipto, 230 a.C.) fue un astrónomo y matemático griego. Pasó la mayor parte de su vida en Alejandría.

Fue discípulo de Estratón de Lampsacos jefe de la escuela peripatética fundada por Aristóteles. Años después Aristarco sucedería a Teofrasto como jefe de esta institución entre años 288 y 287 a.C.

Fue un hábil geómetra pero es poco lo que se conoce de su vida. Sus hipótesis sobre el universo se han extraído a partir de las referencias hechas por otros autores después de su muerte.

Ptolomeo en el Almagesto lo nombra como un concienzudo observador de los solsticios y equinoccios. Parece haber interpretado estas observaciones correctamente, atribuyendo estos fenómenos al movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Dedujo por esto que era necesario que la órbita terrestre estuviera inclinada para explicar los cambios de estación.

Aristarco consideraba al Sol como una estrella y probablemente que las estrellas eran soles.

De la obra científica de Aristarco de Samos sólo se ha conservado De la magnitud y la distancia del Sol y de la Luna.

Calculó que la Tierra se encuentra unas 18 veces más distante del Sol que de la Luna, y que el Sol era unas 300 veces mayor que la Tierra.

El método usado por Aristarco era correcto, no así las mediciones que estableció, pues el Sol se encuentra unas 400 veces más lejos. Un cálculo bastante preciso fue realizado algunos decenios más tarde por Eratóstenes.


Él es la primera persona, que se conozca, que propone el modelo heliocéntrico del Sistema Solar, colocando el Sol, y no la Tierra, en el centro del universo conocido.

Aristarco fue uno de los muchos sabios que hizo uso de la emblemática Biblioteca de Alejandría, en la que se reunían las mentes más privilegiadas del mundo clásico.

Por aquel entonces la creencia obvia era pensar en un sistema geocéntrico. Los astrónomos de la época veían a los planetas y al Sol dar vueltas sobre nuestro cielo a diario. La Tierra, para muchos, debía encontrarse por ello en el centro de todo.

Los planteamientos del reconocido Aristóteles hechos unos pocos años antes no dejaban lugar a dudas y venían a reforzar dicha hipotesis. La Tierra era el centro del universo y los planetas, el Sol, la Luna y las estrellas se encontraban en esferas fijas que giraban en torno a la Tierra. Pero existían ciertos problemas a tales afirmaciones.

Algunos planetas como Venus y, sobre todo, Marte, describen trayectorias errantes en el cielo, es decir, a veces se mueven hacia adelante y otras hacia atrás, lo cual está en flagrante contradicción con la tradición aristotélica, que decía que todos los movimientos y las formas del cielo eran círculos perfectos.

Antes que Aristarco, Heráclides Póntico encontró una posible solución al problema al proponer que los planetas podrían orbitar alrededor del Sol y éste a su vez alrededor de la Tierra. Esto ya fue un gran salto conceptual pero aún era un modelo parcialmente geocéntrico.

El paradigma que dominaba era la Teoría geocéntrica de Aristóteles desarrollada a fondo años más tarde por Ptolomeo. No fue hasta los trabajos de Copérnico, unos mil setecientos años más tarde, que empezó a plantearse el modelo heliocéntrico como una alternativa consistente.

Aristarco de Samos formuló, también por primera vez, una teoría heliocéntrica completa: mientras el Sol y las demás estrellas permanecen fijas en el espacio, la Tierra y los restantes planetas giran en órbitas circulares alrededor del Sol. Su modelo heliocéntrico (que no tuvo seguidores en su época, dominada por la concepción geocéntrica) encontró mayor precisión y detalle en el sistema de Copérnico, ya en el año 1500.

Aristarco perfeccionó además la teoría de la rotación de la Tierra sobre su propio eje, explicó el ciclo de las estaciones y realizó nuevas y más precisas mediciones del año trópico.

Comenzó a medir la distancia y comparar los tamaños relativos en la cosmología utilizando la trigonometría. Explicó los movimientos de rotación y traslación terrestres. Dedujo que la orbita de la tierra se encuentra inclinada. Amplio el tamaño del universo conocido - aunque con un gran margen de error ya que calculó que el Sol era 19 veces mas grande que la Luna y se encontraba 19 veces mas lejos,
actualmente se sabe que es 400 veces mas grande y esta 400 veces mas lejos.

Los trabajos originales se perdieron probablemente en uno de los varios incendios que padeció la biblioteca de Alejandría. Del modelo heliocéntrico de Aristarco solo nos quedan las citas de Plutarco y Arquímedes.

El único trabajo de Aristarco que ha sobrevivido hasta el presente, De los tamaños y las distancias del sol y de la luna, se basa en una cosmovisión geocéntrica.

Sabemos por citas, sin embargo, que Aristarco escribió otro libro en el cual avanzó una hipótesis alternativa del modelo heliocéntrico. Arquímedes escribió:
"Tú, rey Gelón, estás enterado de que el universo es el nombre dado por la mayoría de los astrónomos a la esfera cuyo centro es el centro de la Tierra, mientras que su radio es igual a la línea recta que une el centro del Sol y el centro de la Tierra. Ésta es la descripción común como la has oído de astrónomos. Pero Aristarco ha sacado un libro que consiste en ciertas hipótesis, en donde se afirma, como consecuencia de las suposiciones hechas, que el universo es muchas veces mayor que el universo recién mencionado. Sus hipótesis son que las estrellas fijas y el Sol permanecen inmóviles, que la Tierra gira alrededor del Sol en la circunferencia de un círculo, el sol yace en el centro de la órbita, y que la esfera de las estrellas fijas, situada con casi igual centro que el Sol, es tan grande que el círculo en el cual él supone que la Tierra gira guarda tal proporción a la distancia de las estrellas fijas cuanto el centro de la esfera guarda a su superficie."

Aristarco creyó así que las estrellas estaban infinitamente lejos, y vio esto como la razón por la que no había paralaje visible, es decir, un movimiento observado de unas estrellas en relación con otras en tanto la Tierra se mueve alrededor del Sol. Las estrellas están, de hecho, mucho más lejanas de lo supuesto en la Antigüedad, y el paralaje estelar solamente es perceptible con los mejores telescopios.


lunes, 18 de mayo de 2015

AGNODICE La primera médica

AGNODICE La primera médica




Agnódice vivió entre los siglos IV y III AC. Nació en el seno de una familia de la alta sociedad ateniense.
Agnodice, se cortó el cabello y vestida de hombre, fue a Alejandría a estudiar medicina y obstetricia. Fue alumna de Herófilo.
Al volver a Atenas, todavía disfrazada de hombre, ejerció su profesión con éxito entre las mujeres de la aristocracia. Un día reveló su identidad ante una mujer, y ésta se lo dijo a otras mujeres, pero sin decírselo a ningún hombre.
Los médicos atenienses se sintieron celosos de sus éxitos profesionales y despertaron la envidia de los otros médicos que la acusaron de seducir a sus pacientes y la denunciaron como "uno que corrompe a las esposas de los hombres".  Por ello fue llevada a los Tribunales, fue entonces cuando Agnódice tuvo que revelar su sexo, por lo que fue acusada de violar la ley, y fue condenada a muerte. Las mujeres de algunos de los principales ciudadanos de Atenas, a las que había curado, la defendieron y se presentáron ante los jueces amenazaron morir con ella si era ejecutada y consiguieron que la condena fuese inválidada.
La resistencia organizada funcionó, Agnodice fue liberada y se le permitió seguir ejerciendo la medicina vestida y peinada como quisiera.



sábado, 16 de mayo de 2015

ANASTASIA ROMANOV

ANASTASIA ROMANOV




“La Gran Duquesa" Anastasia Nikolaevna Romanov
Fue una de las hijas del Zar Nicolás II de Rusia, actualmente se cree que Anastasia no sobrevivió a la masacre de Ekaterinburgo.
Anastasia nació el 18 de Junio de 1901 en Peterhof, la hija menor de Nicolás II y Alejandra Fyodorovna. Tenía un hermano (Alexis Nikoláievich) y tres hermanas mayores (Gran duquesa Olga, Gran duquesa Tatiana y Gran duquesa Maria de Rusia). Vivía en una de las 100 habitaciones del Palacio Imperial con su hermana María, y al lado de su habitación dormían Olga y Tatiana. Sufría de hallux valgus: Una desviación en el pie.
En 2001, ella y su familia fueron canonizadas por la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Después de la revolución, el Zar, su esposa y sus hijos fueron arrestados y sometidos a un aislamiento de 5 meses en el Palacio Imperial. En agosto de 1917 fueron llevados a Tobolsk Siberia, y en la primavera del año siguiente a Ekaterinburgo, donde se les recluyó en una residencia conocida con el nombre de casa Ipatiev. Allí se encontraban con el Dr. Sergio Botkin, la doncella Anna Demidova, el cocinero Iván Jaritonov, el lacayo Alexis Trupp, el joven pinche de cocina Leonid Sednev, su tío el criado Iván Sednev y el marinero Clemente Nagorny. Los tres últimos fueron obligados a salir de la casa Ipatiev poco antes de la ejecución de la familia: el primero fue enviado a otra ciudad y los otros dos asesinados.
En la madrugada del 17 de julio de 1918, los guardias levantaron a toda la familia, junto con el médico Botkin, la doncella Demidova, el cocinero Jaritonov y el valet Trupp. Se les llevó a una pequeña habitación en el sótano donde se les asesinó disparándoles a quemarropa. Los primeros en fallecer fueron sus padres, los asistentes y el doctor. Anastasia y sus hermanos no murieron enseguida porque su ropa tenía diamantes cosidos, ya que la zarina Alejandra los había cosido con anterioridad, y estos hicieron que las balas no penetraran el traje. Por eso hubieron de ser rematados a bayonetazos y disparos en la cabeza.
Hasta hace poco existió el rumor de que Anastasia no murió esa noche en Ekaterinburgo. Uno de los guardias se habría sentido mal por haber cometido el asesinato y, sin que los demás se dieran cuenta, habría llevado a Anastasia a Rumania. El rumor también proclamaba que ambos contrajeron matrimonio y tuvieron un hijo. Poco después de lo anterior, Tschaikovsky (el guardia) habría muerto en una pelea callejera y Anastasia habría dejado a su hijo en un orfanato.
El origen de este rumor es la historia contada por una mujer (Anna Anderson) que fue encontrada a punto de suicidarse en el puente del río Spree en Berlín (Alemania), dos años después de la masacre. Fue internada sin identificar en una institución para enfermos mentales, donde dos años después aseguró ser la gran duquesa Anastasia, que había sido declarada muerta en Ekaterinburgo.
Siempre hubo confusión en cuanto a la verdadera identidad de Anna Anderson. Algunos familiares de los Romanov declararon que probablemente Anna era “La Gran Duquesa", pero otros nunca estuvieron convencidos. Después de años de testimonios y controversia, incluyendo un intento fallido de reclamar una compensación, la señora Anderson contrajo matrimonio y vivió semi-oculta de los medios hasta su muerte por neumonía en 1984.
En la década de 1990 se encontraron los restos de la familia Romanov. Los cuerpos de Alexei y una de sus hermanas, probablemente María o Anastasia, no fueron hallados. Sin embargo, las pruebas de ADN de los restos hallados en la década de los 90 demostraron que la familia del zar efectivamente había muerto, poniendo fin a la controversia y aunque aún no se conoce el paradero de los restos de una de las Gran Duquesas y de Alexei, los forenses rusos reconocieron a uno de los cuerpos como perteneciente a  Anastasia de Rusia declarándola como fallecida en Julio de 1918 entrando en contradicción con los forenses norteamericanos que declararon que ninguno de los restos pertenece a "la Gran Duquesas” Anastasia y por lo tanto su paradero sigue siendo un misterio.
En cuanto a Anna Anderson, a ésta se le hizo unas pruebas de ADN junto con la sangre de Felipe de Mountbatten, príncipe de Edimburgo, quien sería su pariente lejano; los resultados fueron negativos, declarando así que Anna Anderson no era Anastasia que decía ser.


jueves, 14 de mayo de 2015

VERÓNICA FRANCO, CORTESANA, POETISA, PRECURSORA DEL FEMINISMO EN EL RENACIMIENTO ITALIANO

VERÓNICA FRANCO, CORTESANA, POETISA, PRECURSORA DEL FEMINISMO EN EL RENACIMIENTO ITALIANO




El renacimiento italiano nos ha dejado en herencia un sin fin de historias, conspiraciones y personajes, así como, maravillosas obras de arte. Pero sobre todo, nos ha regalado a personas grandiosas con vidas interesantes.

Verónica Franco es un símbolo de la época dorada de la ciudad de Venecia, cuando una de sus damas era admirada como uno más de sus monumentos. Esa fue Verónica, la cortesana más famosa de la ciudad, cuya compañía era deseada por nobles y reyes.
                                                                                                                                                                                          

Si hay una cortesana verdaderamente conocida esa fue Verónica Franco. Nació en Venecia en 1546, Verónica Franco (1546–1591), hija de un cuasi aristócrata y de una cortesana honesta legendaria quien le enseñó a usar sus recursos naturales y la capacidad para lograr un matrimonio económicamente beneficioso. Siendo muy joven se casó con un médico rico pero pronto se separó e inició una carrera que la llevó a ser la más famosa de las "cortigiane onesta", es decir, una cortesana intelectual amiga y colega de los mejores escritores y pintores, retratada nada más y nada menos que por Tintoretto, quien fue tal vez uno de sus amantes. Llegó a ser tan famosa que, durante una visita de Enrique III de Francia, (antes de llegar a ser Rey de Francia fue elegido como monarca polaco), los dirigentes de la Serenísima República la eligieron a ella para que el monarca pasase una noche en su compañía: hermosa, refinada y culta, Franco era en efecto la mejor "compagnessa" para entretener a todo un rey.

En Venecia se conocían dos tipos de cortesanas, las “cortigiana onesta”, es decir la intelectual, y la “cortigiana di lume”, prostitutas de clase baja que trabajan cerca del puente Rialto. Verónica fue el claro ejemplo de Cortesana honesta.

La madre de Verónica que había sido una cortesana honesta fue quien la instruyó para utilizar sus dones naturales, lo cual favoreció que Verónica apareciera en una lista clandestina denominada: “Catalogo di tutte le principale et più honorate cortigiane di Venezia”.


Su belleza e inteligencia le hacen ganar fama y amistades poderosas de inmediato, entre sus conquistas se cuentan pintores, poetas, diversos artistas de la época y hasta el mismísimo rey Enrique III de Francia. Gracias a estos contactos y su sagacidad logró publicar sus primeros tomos de poesía, hermosos párrafos que trataban de machismo, la desigualdad de géneros, amores perdidos, y, por supuesto, de erotismo puro y sexo en su máxima expresión.

En 1575, gracias a Domenico Venier (su protector), se publicó "Rima Terze", un volúmen de poesías compuesto por 18 capítulos y siete escritos, redactados por personas notables, en honor a la poetisa. Dicho volúmen tuvo una gran acogida y gozó de buena fama.

Ese mismo año un brote de peste afectó a la Serenissima y Verónica tuvo que abandonar la ciudad. Dos años después, en 1577, regresó a Venecia  y Ridolfo Vannitelli la denunció a la inquisición por supuesta “brujería” (solía ser una acusación común para las cortesanas).

Con el dinero que ganó por sus publicaciones y los pagos que recibía por sus servicios, fundó una especie de academia donde educaba mujeres, a cortesanas sobre todo, les inculcaba el espíritu de lucha y los deseos de superarse.

A su regreso en 1577 fue acusada de practicar la brujería por la Santa Inquisión así como de permitir que en su casa se jugasen fuertes sumas de dinero, descuidar los sacramentos, comer carne en días prohibidos y hasta pactar con el demonio para lograr que ciertos hombres se enamorasen de ella, acusaciones extensas y variadas que respondían a los prototipos de denuncias ante el Santo Oficio. Pero si el poder de la Inquisición era grande, el de Verónica lo era aún más ya que logró demostrar que todo respondía a un complot en su contra.
En el momento de la causa con la Inquisición, la escritora tenía treinta y un años, edad suficiente en la época para que deterioro físico empezase a abalanzarse sobre ella. Ese mismo año, aquella cortesana que tanto presumía de su condición, aconsejó a una amiga que no empujara a su hija a ejercer la prostitución, ni siquiera la de alto nivel. Tal vez la cercanía de la vejez había cambiado su manera de ver las cosas. A la vejez reflexionó sobre la verdadera situación de las protitutas, amadas en la juventud, repudiadas a la vejez y luchó porque el gobierno de la Serenísima Repúbica fundara una casa de retiro donde pudieran recogerse aquellas mujeres que por voluntad o por necesidad abandonaran el oficio.

En 1780, fracasa en su empeño de que el Consejo Municipal construyera una casa para las mujeres indigentes y, a su vez, escribe su segundo libro "Lettere familiari a diversi", que  vendrían siendo  “Cartas escritas en la juventud”. Constaba de unas 50 cartas donde pretendía enseñar o dar consejos, aunque también había dos sonetos dedicados a la figura de Enrique III de Francia.

Su segundo libro, tuvo una gran acogida por el público y, con los beneficios que sacó, invirtió en la creación de una casa de la caridad para ayudar a las cortesanas y a los hijos de estas.

De los años venideros se sabe bien poco, algunas fuentes dicen que se retiró y tuvo una vida modesta pero esto no se sabe a ciencia cierta.  Lo que sí sabemos es que tuvo seis hijos (tres fallecidos en la infancia) y que tuvo que cuidar de sus nietos ya que la peste los dejó huérfanos.

Sin embargo fue obligada a huir de Venecia debido a la propagación de la peste, dejando su hogar a merced de la delincuencia y a su regreso le espero la amarga decepción de haber perdido la mayor parte de su fortuna. En las últimas décadas de su vida, y con lo poco que le quedaba, vuelve a publicar un tomo de poesía, y finalmente decide retirarse del mundo de las letras para dedicarse a cuidar a sus nietos. Finalmente, un 22 de Julio de 1591, y apenas a los 45 años, muere luego de pasar 20 días en agonía febril.

En 1591, fallecía en la ciudad de Venecia. Mujer inteligente y valiente que luchó contra la hipocresía de la época,  denuncio los maltratos que recibían las mujeres  y peleó para que se les permitiera estudiar.

La vida de Verónica fue recogida por Margaretn Rosenthal en "La cortesana honesta" y en 1998 se estrenó "Dangerous Beauty" ("Más fuerte que su destino") protagonizada por Catherine McCormack y Rufus Sewel que cuenta la vida de Verónica basándose en el libro de Rosenthal.


Verónica nos dejó un legado que aún en nuestros días no es tan apreciado  sembró la semilla para lo que se convertiría en la liberación femenina muchos siglos después, les dio la fuerza y el impulso a miles de mujeres que pugnaban por soñar con cosas imposibles, dejó su impronta en la historia y en el mundo literario, y se convirtió en musa y heroína eterna.

domingo, 10 de mayo de 2015

PANCHO SIERRA El "Gaucho Santo de Salto"

PANCHO SIERRA

  El "Gaucho Santo de Salto"


Francisco Pancho Sierra es un personaje de origen bonaerense de la tradición oral y literaria argentina

El "Gaucho Santo de Pergamino", "El Doctor del agua Fría", "El Resero del Infinito" era un hombre modesto y delgado con barba y cabellos largos y enteramente blancos. Nació en Salto,  en las orillas del río Salto. provincia de Buenos Aires el 21 de abril en 1831, de familia de ricos hacendados. Sus padres fueron Francisco Sierra y Raimunda Ulloa y era el menor de cinco hermanos. Estudió en Buenos Aires, se dice incluso que llegó hasta cuarto año de Medicina y que debió regresar a Salto a la muerte de su madre.

En esos momentos, la amistad con su prima Nemesia Sierra se transforma en amor, iniciando un romance que interrumpen sus respectivos padres. Abandona sus estudios y olvidándose de sí mismo se aísla en la "Estancia San Francisco" de la familia Sierra Ulloa, en Rancagua (Partido de Pergamino); en esa desaparición social ocurrió un cambio que sorprendería a todos, retornó reflexivo, abstraído, interesado en los males de los semejantes.

Después de estar en Rojas, se instaló definitivamente en la estancia "El Porvenir" en Carabelas (Buenos Aires), asumiendo el papel de confesor, hombre de fe y médico.

Instalado en su estancia "El Porvenir", situada en el pueblo de Carabelas, entre Pergamino y Rojas, comenzó una etapa que según sus propias palabras consistía en "servir constantemente a cuantos me necesitaron". Vistiendo trajes anchos, bombacha, camiseta criolla, sombrero de ala ancha, poncho y manta de vicuña; con su rostro blanco, ojos azules y nariz aguileña, se convirtió en protector de desvalidos y manosanta.

Surgió la fama acerca de sus dotes sobrenaturales, multiplicándose más allá de los límites del país.


Curaba con pocas armas: agua fresca del aljibe, el profundo magnetismo de su voz, su mirada penetrante y, fundamentalmente, la fe de quienes solicitaban su ayuda. Su fama se trasmite de boca en boca y la estancia se llena de carruajes y carretas. Muchos sostienen que se curaron simplemente bebiendo un vaso de agua e invocando su nombre.

Cosme Mariño, que estuvo presente en las curaciones de Pancho Sierra sostiene en su crónica: "Hemos presenciado la romería permanente de enfermos de toda clase que acudían a caballo, en charret, coches y sulkys. Hemos visto de paso su manera de curar, generalmente con agua magnetizada o por medio de la sugestión. Pero a veces lo hacía por la imposición de las manos, por lo general ya conocía desde que el enfermo detenía su carruaje cuál era su mal". Luego agrega: "Hemos oído, además, en Rojas y Pergamino, a muchas personas que estando desahuciadas por los médicos habían sido curadas por Pancho Sierra. Algunas de éstas eran acaudalados estancieros como Ortiz Basualdo, Roberto Cano y otros más".

Ejerce su actividad de sanador sin persecución policial alguna. La fama de Don Pancho es primero local. Después va más allá del pago chico pero él no se aparta de ahí. Hasta su casa llegan los peregrinos. Vivía de manera austera en un altillo de la estancia (donde estaba su camastro de cuero de vaca, un crucifijo pequeño en la pared, su guitarra, su mate de plata y nada más).


En 1890, Pancho Sierra se casó con Leonor Fernández, de 16 años, sobrina segunda, en la iglesia "San Francisco de Asís" de Rojas.

Murió al año siguiente -año muy caluroso, con polvaredas que afectaban el tránsito y arrinconaban a los animales junto a los alambrados de los campos, asfixiándolos en muchos casos-, a las 19:10 del 4 de diciembre de 1891. Un mes antes del deceso predicho por él mismo, dio finalizada la misión que se había impuesto. No pudo conocer a su única hija, Laura Pía, nacida siete meses más tarde.


Sus exequias fueron destacadas, en esos años, por la cantidad de personas que acompañaron al féretro hasta el Cementerio del Salto y por el grupo de ciudadanos de renombre nacional que pronunciaron emotivas palabras.


Los lugares de culto se encuentran todos en Salto, provincia de Buenos aires. Son: 1) el Mausoleo ubicado en el cementerio donde los creyentes rezan y dejan ofrendas florales; 2) una pared exterior y lateral de ese mismo cementerio se utiliza como soporte de numerosas placas y allí se levantaron dos estatuas del "Gaucho Santo", y 3) frente al cementerio un aljibe con agua bendecida por Pancho Sierra aunque el verdadero aljibe está en "El Porvenir". Este último fue tapado tres veces y las tres veces volvió a brotar agua, quedando actualmente al descubierto.

Pancho Sierra y el Espiritismo

Se vinculo a Pancho Sierra con el espiritismo por varias razones. En primer lugar fueron los espiritistas los que organizaron la ceremonia de homenaje realizada un año después de su muerte. El acto se llevó a cabo el día 15 de marzo de 1892 en el cementerio de Salto. Fue presidido por Don Rafael Hernández (hermano del autor del Martín Fierro), y se constituyó una Comisión de Amigos que colocaron en el sepulcro una corona de bronce. Dicha corona consistía en dos gajos de hiedra y una corona de laurel, los símbolos de la amistad y la unión de la idea.

Se pronunciaron varios discursos resaltando las virtudes del "Gaucho Santo": el ejercicio de la caridad cristiana y el amor a sus semejantes, el sacrificio propio por el bien de los demás. Además se habló de la doctrina espiritista como ciencia, religión, doctrina, moral y patria, y la Comisión se juró "Solidaridad de la idea, en la vida y en la muerte". Se calculó cerca de dos mil asistentes, con representantes de distintos centros espiritistas, entre ellos Juan M. Broullón, Juan Pablo Quinteros, Mercedes Escudero, Remigio Barrasa, Félix Guruzeta, Rosendo López, Juan Brown, Dolores Oyampe, Liberata Sandes, Máximo Paez, Pascual Mardaras, Victorino y Cecilia Azurmendi, Segunda y Escolástica Simillan, Juan y Esteban Hierne.

Otra de las razones es su papel protagónico de las Asociaciones Espiritistas en la divulgación y propagación del mito. El libro La Verdad de Pancho Sierra con varias ediciones publicadas por la Asociación Alas Blancas que recoge supuestas comunicaciones y mensajes que el "Gaucho Santo" habrían sido recibidos por espiritistas durante 1937.

Pancho Sierra fue invitado varias veces a la Sociedad Espiritista Constancia y lo hicieron socio de dicha institución ya que sus directivos consideraban que Dios le había otorgado el don curativo, el carisma de la curación, intuición y clarividencia y era "un hombre dotado de facultades mediúmnicas, por medio de las cuales realizó mucho bien a los enfermos del cuerpo y del alma y a los pobres y humildes desde el punto de vista terapéutico". Los espiritistas llaman médium a la persona con gran desarrollo espiritual capaz, en ciertas ocasiones, de establecer un contacto con lo que se denomina plano astral.

Fue amigo de Cosme Mariño (1847-1927) periodista, director de La Prensa quien fundó la revista espiritista Constancia y era directivo de la Sociedad. Mariño dedicó varios artículos y notas a la "mediumnidad curativa" de Pancho Sierra.

Sin embargo, Fermín Chaves como otros historiadores e investigadores consideran que el Gaucho Santo no fue en vida un practicante del espiritismo y que su imagen espiritista es exterior y ajena a su personalidad y quizá posterior a su muerte "sería espiritista por atribución".

Extraido del cdrom "ALMAS MILAGROSAS, SANTOS POPULARES Y OTRAS DEVOCIONES" por María de Hoyos y Laura Migale, Edición NAyA

Fuente: www.lagazeta.com.ar

Oración de bendición a Don Pancho Sierra

Gran Dios del Universo,
Creador del cielo y de la tierra,
Padre de todo lo creado,
santificado sea tu nombre en todo el Universo.
Perdona Señor nuestra maldad.
No me dejes caer en la tentación.
Líbrame de todo mal en nombre del espíritu Santo.


Oración Popular a Don Pancho Sierra

Pancho Sierra querido Hermano
Tu que ayer sembraste de luz,
y a cuantos desamparados
y desesperados llegaron hacia ti,
ayúdame a seguir por este sendero de luz,
ya que como hombre supiste vencer al mal,
ayuda a todos nuestros hermanos,
rompiendo barreras y cadenas.
Baja tu santa mano.
Bendíceme la frente.
Que el Padre Eterno que te dio tu gran poder
cada día que pasa te haga más fuerte.
Yo después de la muerte, con Dios,
te seguiré amando, querido Pancho Sierra.

Gracias Gracias Gracias, Amen

sábado, 9 de mayo de 2015

FLORIÁN PAUCKE

FLORIÁN PAUCKE


Florián Paucke o Baucke Nació en Silesia el 24 de septiembre de 1719 y murió en Bohemia. Monasterio de Zwettl, Neuhaus el 13 de abril de 1780

Misionero jesuita y escritor.

Se ordenó jesuita en Bohemia, en 1736.
Llegó a Buenos Aires en 1749 con Martín Dobrizhoffer y otros.

“En el año 1748”, escribe Paucke, “después de empeñosa presentación de mi pedido, durante once años, llegó desde Roma el permiso para que yo partiera a Las Indias o sea a América, hacia los paracuarios. Yo no pensé en el viaje tan lejano, en mar alguno, en ningún peligro de muerte, en ningún martirio aunque fuere el más ultrajante. Mi corazón estaba tan lleno de gozo que despidió de mis ojos la lágrima más dulce y alegre. Mi afán era partir lo más pronto”.
Un accidentado y largo viaje lo lleva finalmente a pisar tierra americana el 24 de diciembre de 1748. De Montevideo y Colonia del Sacramento pasa a Buenos Aires y a Córdoba, donde concluye sus estudios de Teología. Allí demuestra sus dote musicales, ganándose el aprecio de las autoridades del colegio, quienes intentaron retenerlo bajo su protección. Paucke se obstinó en su propósito misionero y finalmente logra que lo trasladen a la flamante reducción de San Javier, que cerca de la ciudad de Santa Fe, habían comenzado a conformar los padres Francisco Burgues y Jerónimo Nuñez.


Paucke ha dejado una excelente descripción de la ciudad de aquella época.

Fue enviado de inmediato a Córdoba, para completar sus estudios y luego se le asignó una misión entre los indios mocobíes del norte de la provincia de Santa Fe y el Chaco.

Y tres años después de su arribo a América, en mayo de 1752, Paucke parte de Córdoba y llega Santa Fé que describe así: “La plaza es en cuadro, no muy grande pero linda. Toda la ciudad está bajo grandes árboles umbrosos que son más altos que los más altos tilos, y desde lejos hacen alegre y muy amena la ciudad a los ojos. Las casas son en su altura, en su construcción y en su comodidad, como las de otras ciudades; por su mayor parte se encuentran allí almacenes. Hay un pequeño puerto al cual arriban los barcos desde la ciudad de Paraguay o de la Asunción con miel, azúcar, tabaco y yerba paraguaya”.


Llega finalmente a San Javier en junio de 1752 y es recibido por el primer sacerdote de la localidad, el padre Burgues. Cuenta en sus memorias: “¡Oh, qué alegre estuve yo! Ambos nos abrazamos con lágrimas de alegría. Me pidió que yo estuviera conforme con la vivienda y manutención en esta región desértica. Me llevó en seguida a la iglesia y después a mi vivienda. ¡Oh Dios! ahí no vi otra cosa sino una choza de gitano pero no me asusté por ello y crié gran ánimo para conformarme con este albergue”.


Las aptitudes del Padre Paucke como artesano le permitieron establecer industrias de toda índole en la misión, incluyendo una fábrica de velas, un taller de carpintería y una herrería. Enseñó a las mujeres a tejer la lana proveniente de las mil setecientas ovejas de la misión, con la cual confeccionaban frazadas que canjeaban en Asunción por yerba mate, azúcar y tabaco, así como para uso de la misión.



Junto a los indios mocovíes, el padre Paucke vivirá durante quince años, en los cuales llevó a cabo una tarea que Alzari califica de “colosal”. Se preocupa por aprender rápidamente el idioma de los mocovíes, se gana la simpatía de los caciques, comparte las tradiciones y comidas con los nativos. Organiza el territorio y las tareas de la tierra; controla el robo y el cuidado del ganado; construye la iglesia y las casas de adobe; disminuyó el impacto de la viruela y forma una generación de jóvenes artesanos (herreros, tejedores, lutieres, fabricantes de velas y jabón). Todo esto, desde luego, sujeto a una ferviente programa evangelizador y educativo.


Una epidemia de viruela registrada en 1760 casi devastó la misión, la que pudo, empero sobrevivir.


Desde luego todo esto redundó en un cambio radical del destino del lugar, de sus habitantes y de los nativos que se plegaron voluntariamente al proyecto. El éxito de tal tarea y el crecimiento de la población que se acerca para formar parte de la comunidad deciden a Paucke a fundar en 1763 una nueva reducción, San Pedro, al norte de la ciudad de Santa Fe.
Es entonces cuando sobreviene la catástrofe. Hasta esas lejanías llega la noticia, y después la orden y persecución referidas a la expulsión de los jesuitas decretada por el rey Carlos III de España en 1767. Sin razones explícitas, sin acusación ni juicio se los destierra y se confiscan sus bienes.

Paucke es trasladado a Montevideo, y el 16 de mayo de 1768 embarcado rumbo a Cádiz. En 1770 lo encontramos nuevamente en su región natal. A partir de 1773, cuando el papa Clemente XIV ordena la extinción de la Compañía de Jesús, se verá obligado a sobrevivir con una humilde pensión que le otorga María Teresa de Austria. Es entonces cuando se dedica a escribir y pintar sus memorias, disculpándose por la supuesta merma de memoria que sufre a los 59 años “después de haber sufrido mucho calor solar y tantos debilitamientos en los viajes, después de veintiún años de labores en Paracuaria”.

El relato de sus vivencias durante su época misionera entre los indios mocovíes (publicado recién en 1944), es un valioso tipo de fuente histórica que ha sido denominada como "literatura del exilio", que son los escritos de los jesuitas que relataron sus experiencias misioneras en Europa luego de la expulsión de la Compañía de Jesús en 1767. (Rosso y Medrano 20132 )

Sin embargo la precisión y la riqueza expresiva de estas memorias la harán únicas. Al valor testimonial debemos sumar hoy una reivindicación estética, ya que las limitaciones técnicas son ampliamente superadas, o mejor dicho, aprovechadas, en favor de una mayor expresividad.
Los originales de Paucke, conservados en el convento de la Orden Cisterciense Zwettl, en Austria, fueron especialmente digitados para esta edición del Gobierno de Santa Fe, en la que se reponen la totalidad de las imágenes, incluyendo un consistente material hasta hoy inédito, como por ejemplo los 19 naipes con distintas especies de pájaros de nuestra región.
En suma, una edición histórica, que permanecerá como un hito en los emprendimientos culturales de nuestra provincia.

De regreso a Bohemia, en Neuhaus, el Padre Paucke escribió acerca de sus viajes y de las experiencias recogidas en la Argentina e ilustró su narración con más de cien dibujos en colores, describiendo las plantas, animales y costumbres de la región; en 1829, 1870 y 1908 fueron publicadas ediciones de esta obra en idioma alemán

Su obra escrita

"El escrito de Florián Paucke, Hacia allá y para acá. Una estadía entre los indios Mocobíes, 1749-1767, constituye una obra fundamental para el conocimiento de la vida de los mocobíes durante el siglo XVIII ya que este misionero se hizo cargo de la administración de la reducción de San Javier en 1751 y colaboró también en la fundación de la reducción de San Pedro (1765) permaneciendo en las misiones mocovíes hasta la expulsión de la Orden. El manuscrito fue redactado entre 1778 y 1779 a pedido de los protectores de Paucke. Sin embargo, la extensión de la misma impidió su publicación (Wernicke 19423 citado por Rosso y Medrano 20132 ). El original parece haberse extraviado, siendo una copia la que se conserva en el convento cisterciense de Zwettl (Austria), obra que consta de dos tomos con un total de 1146 páginas. La misma fue traducida al castellano y comentada por Edmundo Wernicke entre los años 1942 y 1944 gracias a Ricardo Staudt -"el mecenas" de esta empresa- y a la Universidad de Tucumán constituyendo el registro escrito e iconográfico más detallado sobre las costumbres de dichos grupos". (Rosso y Medrano 20132 )

"Hacia allá y para acá, tiene como subtítulo "Hacia allá fuimos amenos y alegres, para acá volvimos amargados y entristecidos", una frase muy sugestiva. Como el nombre de este relato indica, la acción que se narra abarca desde la partida de Europa hacia tierras americanas, pasando por la estadía en América hasta el regreso al Viejo Continente tras la expulsión. Se trata de un relato cíclico que comienza con las peripecias de un viaje en ultramar para llegar hacia el destino prometido (misionar entre los indígenas) que queda trunco con la orden de partida de la Compañía. El tono de este relato -como los de los otros expulsos- está cargado de nostalgia y justificación de la empresa evangelizadora, donde la presencia en el terreno legitima el relato construido tanto a partir de las descripciones como de las imágenes iconográficas. También se observa un esfuerzo por remarcar los valores propios de la cristiandad y cómo se intentaron transmitir a los indígenas dentro del espacio de la reducción. Asimismo, el misionero muestra los aspectos de la vida mocoví que le resultaron más interesantes o aquellos que servían para justificar la acción misionera, mientras que los otros tópicos no son tan claros ya sea porque no pudo acceder a ellos (como el caso del chamanismo) o porque no le interesó mostrarlos (un ejemplo de esto es el de las actividades asociadas a las mujeres). A pesar de estas cuestiones, esta fuente es la más completas sobre los indígenas mocovíes tanto por la riqueza del texto como por su iconografía. Estas características permiten la identificación de las especies animales y vegetales utilizadas como alimento (...)." (Rosso y Medrano 20132 )

Referencias
1.- Aguilar, Horacio (2002). Fundación de Historia Natural Félix de Azara (F. H. N.), ed. «Reseña biográfica de Florián Paucke y la importancia de su iconografía». Consultado el 14 de agosto de 2009.
2.- Rosso, CN y C Medrano. 2013 Alimentación de los grupos mocovíes asentados en la reducción de San Javier (Chaco Meridional, siglo XVIII). Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano - Series Especiales Nº1(1) ISSN 2362-1958. http://ppct.caicyt.gov.ar/index.php/cinapl-se/article/download/3957/pdf
3.- Wernicke, E. 1942. Introducción por el traductor. En: Paucke, F. Hacia allá y para acá. Una estadía entre los indios Mocovíes, 1749-1767. Volumen I. Universidad de Tucumán. Tucumán.